LA TRADICION ORAL EN EL PACIFICO SUR COLOMBIANO

¡Bienvenid@s!

A este Blog del "Diablo"
Sean todos Bienvenidos,
Donde la décima Cimarrona
Es el swing más preferido.
Los hechos que han sucedido
En Tumaco y la región,
Les haremos la mención
Y también resaltaremos.
En torno a lo cotidiano
Aquí nos encontraremos.



Para la supervivencia de la cultura negra, la oralidad ha sido el instrumento de mayor importancia en el Pacífico Sur Colombiano. Al no contar con la escritura, sus habitantes se “compincharon” con la palabra e historicamente han utilizado el relato y la conversa para comunicarse, transmitiendo y recreando su cotidianidad de boca en boca y generación tras generación.
Cotidianidad mágica de donde han surgido expresiones y manifestaciones propias, como puntales de nuestra dinámica sociocultural. De donde se desprenden expresiones como el CUENTO TRADICIONAL, cuya enseñanza ha impulsado valores formativos como la cooperación, la amistad o la unidad; y delineado un hilo conductor para mantener constante relación de convivencia, verse como familia, etc.
Pero fundamentalmente, dentro de esta dinámica aparece la cultura poética, la cual se apuntala en la palabra rimada y sus diferentes manifestaciones. El verso como acompañante y aliado permanentemente para reflejar la cotidianidad, apareciendo como medida de enseñanza en REFRANES y VERSOS SENCILLOS propios del COPLERÍO POPULAR del Pacifico y en las ADIVINANZAS, como expresiones utilizadas para transmitir enseñanzas, consejos y delinear el camino de los que vienen atrás.

Es indudable también, que nuestra cultura a pesar de ser de tradición oral, se ha relacionado con altura con formaciones artísticas de alta complejidad dado su estructura, elaboración e importancia social. La Décima es una de esas elaboraciones.

La Décima cantada, fue copiada de los Esclavistas españoles que se la impusieron al negro desarraigado de África y este la asumió, envolviéndola con el ritmo propio de la manglería y acondicionó una estructura propia, dando nacimiento a lo que se conoce como “DÉCIMA CIMARRONA”; la que el negro de nuestra región ha utilizado como poema oral para narrar los acontecimientos más importantes de su acontecer histórico y los hechos más relevantes y sobresalientes de su mundo de marginalidad.; los acontecimientos más importantes de la vida de nuestras poblaciones, los problemas de la gente, las injurias sociales, los reclamos y necesidades más sentidas del hombre del litoral y todo aquello a lo que enfrentamos en la cotidianidad.

LA DECIMA ESPINELA

La estructura retórica llamada décima derivada del acervo peninsular es una estructura creada en el siglo de oro Español, inventada por VICENTE ESPINEL, (Ronda, provincia de Málaga 1550– Madrid 1624), escritor clásico español de hidalga familia venida a menos, pero relacionado con la nobleza y los escritores de la época por su amplio saber y conocimiento. Espinel realiza un “híbrido” conjugando el nuevo estilo, sin descuidar el utilizado en los cantares de gesta y utiliza la décima para formular, con cierta rebeldía literaria para la época, un evidente desafío a la forma tradicional de hacer poesía.
Aplicando de manera ingeniosa la quintilla tradicional, estructura en una sola estrofa dos quintillas y crea la décima, ideando una forma nueva de hacer mas fácil la versificación. El poeta Rondeño pone de moda la décima insertando al acervo peninsular una estructura muy sofisticada. La exquisitez, la rigidez métrica y los patrones fonéticos, son producto de la asonancia y consonancia bien logradas. Esta nueva modalidad poética tan compleja por lo exigente, se volvió encanto de trovadores, poetas y profanos.

La décima inventada por Espinel, se componía de diez versos octosilábicos, que riman en su primera parte 1-4-5 y 2-3; en la segunda 6-7-10 y 8-9, dando nacimiento a un estilo literario, que más adelante Félix López de Vega y Carpio bautizó como ESPÍNELA, en alusión directa al apellido de su creador. Así:

“En el mundo conocido
Con su goce o desencanto
Con su risa o con su llanto,
Por muy cierto se ha tenido
Que lo que ocupo el sentido
En la mente permanece.
Y no es cosa que parece;
Pues, porque la suerte quiso,
El olvido es impreciso
Y el recuerdo no envejece”.

Estructura poética que con la consolidación de los viajes de descubrimiento y posterior conquista del nuevo mundo, llega a América, junto a los españoles y su ambición desmedida por el oro. La décima atravesó el Atlántico en busca de las aventuras de los nuevos mundos y se regó por todos los rincones del continente, hasta convertirse en poesía oral. Se convirtió en América en una forma de expresión oral eminentemente popular; acompañando a los pueblos en las luchas por la supervivencia, además de participar en los momentos más importantes del diario acontecer. La décima Espínela del siglo de oro Español conservó la misma fórmula de rimar a su llegada a América, pero fue modificada por las particularidades léxicas y lingüísticas de cada región.

LA "DECIMA CIMARRONA" DEL PACIFICO SUR COLOMBIANO.

La expansión de la décima no fue una excepción en Colombia. Existen regiones puntuales donde se cultiva, básicamente en dos: La Costa Atlántica y la Costa Pacifica, aunque en se cultiva también en los Llanos Orientales y el centro del país.
En la Costa Atlántica las décimas son cantadas y acompañan las fiestas y el trabajo. Hacen mucho énfasis en la habilidad para improvisar, dentro de la cual son tradicionales en la región los concursos entre decímeros, conocidos como "piquerías".
En la Costa Pacifica de los departamentos de Nariño y Cauca la décima, es un poema oral utilizado para narrar los acontecimientos más importantes y sobresalientes de la vida de las poblaciones, los problemas de la gente, las injurias sociales, los reclamos y necesidades más sentidas del hombre del litoral y todo aquello a lo que se enfrenta en su cotidianidad. Fue copiada por el negro desarraigado del continente africano, de los esclavistas españoles quienes a través del inclemente azote le impusieron el idioma, la religión y, por supuesto, la literatura, dentro de la cual le obligaron a aprender la décima cantada.
Inicialmente el negro se niega a aprenderla, seguramente porque traía desde “mamá África” sus propios códigos, formas de literatura y de poesía. Al final a látigo se la imponen, asume la décima y entra en un proceso de aprendizaje forzado, aceptado para evitar más castigo físico.
Al asumirla como un acto de rebeldía, le da un “toque propio”. Le inyecta el ritmo de la marea, la vuelve poesía oral enriquecida con la musicalidad propia de lo africano. El negro del Pacifico sur Colombiano se apropia de la décima cantada y la convierte en parte activa de su oralidad. Al imponerle ritmo, acondiciona una estructura propia muy diferente a la impuesta por el esclavista español, que regularmente “cantaba” sus décimas, fiel a la rígida y sofisticada estructura Espinela en versos de a 10 y la convierte en décima glosada, un tipo de poesía oral de 44 versos -quizás en una demostración de que sí podía, pero no quería aprender la décima cantada-.

Al no tener acceso a la escritura, convierte la décima en una herramienta para referir los hechos más relevantes de su mundo de marginalidad planteando así una especie de resistencia literaria, que da nacimiento a lo que se conoce como: DECIMAS CIMARRONAS, que contenían el espíritu de rebeldía que tuvo como génesis.

A diferencia de la exquisitez y de la rigidez métrica de la décima Espínela, la nuestra se compone de cuarenta y cuatro versos de los cuales los cuatros primeros conforman la llamada “Glosa primera”, “redondilla” o también “Glosa Mayor”, que constituye la esencia de la décima. Los restantes cuarenta versos se distribuyen en “cuatro pies” redondeados cada uno con los versos de la glosa primera. Convirtiéndose en la parte principal de la décima, ya que de ahí se deriva el desarrollo como tal del mensaje que se pretende proyectar. Los otros cuarenta versos, se reparten en cuatro grupos de estrofas en cada una de las cuales ordenadamente se repite un verso de la Glosa mayor. Así el primer verso de la Glosa mayor se repite o es el último verso de la primera estrofa; El segundo verso a la terminación de la segunda estrofa; El tercer verso a la tercera y el último verso a la terminación de la cuarta y última estrofa.

Según los prestigiosos investigadores Pedrosa y Vanín (1994:11 y 12) tratando de catalogar la oralidad del Pacifico Sur Colombiano, sostienen que según su temática, las décimas Cimarronas pueden clasificarse en: “Décimas a lo humano”, “Décimas a lo divino” y “Décimas de Argumentos”:
DÉCIMAS A LO HUMANO: Generalmente cumplen una función reivindicativa. Nacen cuando surge una necesidad o problemática que afecte a la comunidad y que por lo tanto merece ser contada. Aquí se relatan sucesos históricos locales y universales, fabulaciones, critica y protesta social, relaciones interpersonales, entre otros eventos que afecten a la gente del Pacifico como ser individual y social.

DÉCIMAS A LO DIVINO: Están inspiradas en lo mágico, en el misticismo y embrujo que producen los mitos, las leyendas y creencias del pacifico, así como personajes y pasajes bíblicos, santos, divinidades y reflexiones sobre la vida y la muerte. Hablan de situaciones imaginarias con Dios y el Diablo, se cuentan extrañas fantasías y experiencias místicas y todas aquellas cosas que muestran la relación del hombre del litoral con los espacios, acontecimientos y personajes sagrados del culto católico, llegando a convertirse en profanas e irreverentes; “como cuando se compite con Dios, se empata a lo divino y se le gana a lo humano, cuando hasta el Diablo lo vuelven rezandero”, etc. Estas décimas son utilizadas en actos rituales, como adoraciones, velorios y Chigualos.

DÉCIMAS DE ARGUMENTOS: Llamadas también de porfía. Generalmente utilizadas para contrapunteos de saber entre maestros que cultivan el arte. Son décimas escritas por el puro deleite de escribir o por el mero placer de fabular, se plantean situaciones complejas e inusuales que ponen en juego la maestría, la audacia lingüística y la práctica del decimero a través de la palabra florida.

LA IMPORTANCIA SOCIAL DEL DECIMERO:

La Décima Cimarrona se inspira en la cotidianidad y las vivencias del hombre, habla de deleites y desconsuelos del amor, de acontecimientos importantes y triviales, de personajes mágicos y mortales, de las luchas y reclamos, que reflejan la manera como los habitantes del litoral enfrentan su mundo de marginalidad, cumpliendo de cierto modo una función reivindicativa. Es la figura del decimero la que conjuga estas cualidades. Este se constituye con sus crónicas, convertidas en décimas, en un autentico vocero de la comunidad; va por el pueblo narrando en décima lo que ocurre y contando qué sucede en el devenir diario de la población con el fin de convertir las décimas en patrimonio colectivo y en clamor popular.

Las décimas cimarronas nacen cuando una necesidad o problemática afecta a la comunidad, a través de ellas se relatan sucesos históricos locales y universales, fabulaciones, crítica y protesta social, relaciones interpersonales, entre otros eventos que afectan al hombre del Pacifico como ser individual y social, adentrándola en un proceso social como expresión de uso popular, lo que la vuelve importante no sólo como elemento de la tradición oral de nuestros pueblos y del mundo que la circunda, sino como un instrumento de lucha, resistencia y cumplimiento de funciones reivindicativas. Cuando surge un problema, la comunidad espera que el sentimiento colectivo sea glosado por el decimero, con el fin de dejar una enseñanza moral o constancia histórica, cuestionando la realidad y abordando desde su genialidad creativa la conservación y difusión de su obra poética.

El decimero antes que escritor es un narrador. El poeta se convierte en la voz de todos, va contando en versos magistrales sentimientos que la gente calla o dice en voz baja y los sucesos que marcan el devenir histórico de las poblaciones del litoral. Convocaban a la población en centros de atención popular, como parques, salones comunales, o cualquier esquina, para narrar en décima los acontecimientos más importantes ocurridos. Como si se tratara de una especie de “Noticiero popular”, en aquellos tiempos en los que no existía la radio, la televisión, o el periódico. La gente esperaba escuchar al decimero para enterarse de la “versión oficial” de las cosas sucedidas. El cultor investigaba los sucesos y los transformaba en versos magistrales o simplemente argumentaba basado en el comentario popular.

Aunque la décima en su origen es una estructura muy sofisticada, en su composición en el Pacifico Sur Colombiano, se conjugan el dominio de la rigidez métrica, el deleite por la musicalidad de la palabra rimada y el conocimiento para encontrar el termino justo - así haya que inventar o modificar vocablos y proponer nuevos sentidos -. De esta manera el decimero no sigue fielmente los patrones establecidos para la construcción de la décima Espinela, sino que conserva unos patrones estéticos generales en el recuento de sus historias y sentimientos y la conciencia de un “yo plural”, que permite simultáneamente la expresión individual y colectiva de concepciones, sentimientos, angustias, alegrías y preocupaciones del pueblo negro.

El aspecto más importante de la décima, es su carácter de creación colectiva. Un decimero inventa un poema que otros contarán en el futuro, incluyendo sus propias palabras y sentidos, realizando un anclaje del argumento de la décima como parte del proceso social en el cual se encuentra. La décima se convierte en un bien común, nuestras décimas corren del corazón a la boca, por todo el Pacifico y las diferentes regiones se apropian de ellas. En ello reside exactamente el valor popular de este arte, que si bien tiene un primer autor, luego circula de boca en boca hasta perder sus orígenes y convertirse en “patrimonio colectivo”. Esta dinámica colectiva, es precisamente, lo que consagra al poeta, además al transmitirse en forma oral no pierde ni su musicalidad ni ritmo.

Los decimeros, han sido generalmente personajes campesinos. Quizás porque en el campo se desarrolla con más fuerza la sensibilidad, ante tantas necesidades que los aquejan. Sienten más las problemáticas sociales que el habitante habitual de la zona urbana y es en esencia ese el papel del que cultiva la décima. La sensibilidad social ha caracterizado a grandes decimeros a lo largo de la historia del pueblo negro y aunque han existido muchos, es importante reverenciarlos en tres grandes épocas:

En una primera época -hasta finales de los años 60s- CATALINO MORENO; "El Cantor del Pueblo". Nacido en la zona rural del municipio de Tumaco, era un maestro en el arte de hacer décimas. De este poeta de "Ciencia rural" la más conocida -incluso comentan que le dio la vuelta a todos los confines del mundo- y célebre décima es "la concha de almeja".

La segunda, de 1962 hasta mediados de los 90s, con el maestro BENILDO CASTILLO, mejor conocido como "El aficionado autor de las Tres Letras”, máximo referente de
la décima Cimarrona.
A partir de la muerte del maestro Benildo (Julio 06 de 1994) aparece CARLOS RODRIGUEZ CASTILLO "El Diablo", como su heredero principal en la Conservación de la Tradición Oral del Pacifico y en el desarrollo actual de la décima. Como él, existe una lista importante de artistas que buscan la difusión y el reconocimiento de la tradición oral, tales como:

En la Costa de Nariño Tumaco: Los hermanos Emiliano, Carmen y Nimia Castillo (Hijos del maestro Benildo), Pablo Prado y Gustavo Barreiro. En Barbacoas: Cebedeo y Dalmiro Quiñones. Salahonda: Melanio Granja, Celestino Estacio y Valeria Mina. En El Charco: Romilio Cadena Cuenú “El Diablo”. En Guapi (Cauca) Rito Perlaza y José Lino Gonzáles, entre otros muchos cultores. Asi mismo, en Quibdo (Chocó) Isnel Alexio Mosquera “El Poeta del Pueblo” y en Buenaventura Jose Miguel Mosquera Machado “EL Poeta machado”, y recientemente Johnny Javier Posso Varela todos ellos sostenedores de la décima.

MOMENTO ACTUAL DE LA DECIMA CIMARRONA

La tradición oral esta a punto de desaparecer, debido entre otras cosas al hostigamiento que impone la modernidad y al escaso reconocimiento y difusión que se le esta dando a la Literatura oral como elemento importante en la vida de nuestros pueblos. Lo anterior ha permitido que manifestaciones como la décima hayan caído en el olvido colectivo y por lo tanto no sean asumidas por las nuevas generaciones como propias. Para que el saber popular no se muera, es necesario seguir resistiendo al hostigamiento cultural y mantener un ritmo de crecimiento de nuestra cultura, que incluya divulgar la décima dentro de la comunidad afro a las nuevas generaciones para que la conozcan y la asuman como propia, así como estimular a los nuestros para que continúen dándole vida y reconocimiento como una forma ancestral de preservación de la tradición oral y la conservación de la historia de nuestros pueblos.

Un ejemplo para ilustrar la Décima Cimarrona, es la composición en titulada “LA PROCUPACIÓN NO ES POCA”, décima a lo humano en donde se refiere el inconformismo del pueblo por la fumigación que con glifosato realiza el Gobierno Colombiano en las fincas para acabar con los cultivos de coca, en detrimento de los cultivos tradicionales como el coco, cacao, plátano, etc. Revisémosla:

LA PREOCUPACIÓN NO ES POCA

Para el pobre campesino
La preocupación no es poca,
Volvió la fumigación
De los cultivos de coca
De nuevo ahora le toca
Al campesino sufrir,
Con tanto “pájaro grande”
Que en los cielos ve crujir.
De nuevo ven revivir
La horrible pesadilla,
De ver como se acuchilla
Sin compasión el destino.
Atropello y la amenaza
Para el pobre campesino.

Hoy Alfombran su camino
Con olor a glifosato,
Para que siga viviendo
El destino más ingrato.
Y el montón de aparato
Circundando su cabeza,
La cosa de nuevo empieza
Y desde ya esto provoca.
Que en el pobre campesino
La preocupación no es poca.
El gobierno se desboca
Para fumigar aquí,
Así le toque a la gente
Solo aguantar y sufrí.
Que fumigaron chagüí
Barbacoas y Rosario,
Y según el comentario
Hasta el Mira es la cuestión.
Con una nueva flotilla
Volvió la fumigación

Ya se ve volando avión
Sobre parcelas y fincas,
Mientras que pidiendo a Dios
El campesino se hinca.
Porque el glifosato brinca
Mata lo bueno y lo malo,
Pero es mayor el palo
Que el campesino le toca.
Pues lo ponen de pretexto
Por los cultivos de coca.

Sobre Mí...

Mi foto
Carlos Rodriguez "El Diablo"
Isla de Tumaco, Oceano Pacifico, Colombia
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Nacido en el puerto de Tumaco, “El Diablo” es un Decímero de oficio,
Narrador oral de la cuentería tradicional afrocolombiana, investigador de la cultura del Pacifico Colombiano e imagen viva de la poética Afropazifika.

Es autor de los Libros de Tradición Oral Afrocolombiana:

“TRES DEDOS DE ESPANTO Y UNA MANO DE MAL DE OJOS” - Mitos y Leyendas del Pacifico (2000),

“BAJO EL SOL DE LAS TRES LETRAS” –Décimas de la Manglería (2002), “TRAYECTOS DE LA PALABRA” DÉCIMA: CULTURA Y TRADICION” (2004) y "RELATOS PACÍFICOS" (2017).

En su ejercicio artístico, transforma hechos cotidianos utilizando la Décima Cimarrona como instrumento, reluce las creencias, mitos, leyendas y el misticismo y sincretismo de su región.

Lidera conversatorios y presenta recitales poéticos, mediante el espectáculo "UN ENCUENTRO CON EL DIABLO: MITOS, LEYENDAS

Y SINCRETISMO RELIGIOSO

AFROCOLOMBIANO” donde muestra su producción literaria.




Propiedad de TVMAR Tumaco, con permiso de
Fernando Tadeo Ospina Rodriguez

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COMO UN CAPRICHO BENDITO
QUE ME CORRE POR LA VENAS
TUMACO TU ME HAS MARCADO
PARA MORIR EN TU ARENA

Cuando mi Dios te creo
se inspiró en el paraíso
así con nobleza y gracia
Tumaco te dio bautizo
te llenó con el hechizo
de leyendas y de mitos
un testimonio infinito
en la gente reflejada
y lo esparce la ensenada
como un capricho bendito.

La tierra de caballito
de Benildo y de Faustino
juglares que te ensalzaron
con galas y pergaminos
dándole toques muy finos
en una delicia plena
por mi sentidos resuena
un caliente currulao
y el sabor de un pusandao
que me corre por las venas.

El Morro es fiel muestra
de belleza y señorío
como insignia de un pueblo
tesonero y muy bravío
tu ficus es desafío
del sueño mas encantado
un milagro reflejado
como señal de grandeza
por tu paz y tu pureza
Tumaco tu me has marcado

Por siempre te han llamado
hermosa perla del mar
por tus bordes y ribetes
de mariscos y manglar
bajo tu sol quiero estar
quemando mi piel morena
todo lo tuyo me llena
que tienes tierra no sé
he de volver de donde esté
para morir en tu arena

EL KURRULAO QUE TE LLAMA

"Buen viento, buena mar"

TUMACO - NARIÑO - COLOMBIA - SURAMÉRICA

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